21 de mayo de 2011

Cocina de nuevos sobres




Como hoy era el día en que se terminaba el mundo, me levanté temprano con una lista de cosas para hacer.
Mi abuela, de visita por unos días, se sentó a la mesa con su tejido. Con hilos finos y suaves y una aguja de crochet de pinotea, tan hermosa.
Tomamos el desayuno temprano; un café con mucha leche espumosa y un budín de naranja y avena. También buscamos la tetera más linda y una panera bordada y tejida de ñandutí, donde pusimos el pan recién sacado del horno.
Nada pasó, así que el desayuno fue de lo más tranqui. Ella tejió y tejió, y yo corté un montón de telas para los nuevos sobrecitos de te.

No hay comentarios:

Publicar un comentario